AMARILLO de CAMPO



Una de las peticiones más comunes que nos llegan a la hora de diseñar decoraciones florales para bodas es el estilo silvestre, especialmente cuándo la boda es de día o el espacio en que va a tener lugar invita a que sea así. Lugares como masias o espacios rodeados de naturaleza suelen ser idóneos para este tipo de decoraciones aunque lo que se valora más en realidad son las preferencias y gustos de la pareja protagonista.
Como habréis observado una de las técnicas que más nos gustan emplear en bouquets y centros de mesa son los compactos o texturales con las flores amontonadas unas encima de otras. Pero este estilo más natural, fresco y etéreo cada vez nos atrapa más, porque permite jugar más con materiales variados y flores de todos los tamaños como sus formas.

En este caso presentamos el ramo de la novia y el prendido del novio de una de las bodas que decoramos esta primavera pasada.